Así se realiza resucitación

Una persona que apenas respira o incluso ha dejado de respirar, precisa inmediatamente de su ayuda.

1. Comprobar

¿Puede comunicarse con la persona? – Hable directamente a la persona: "Hola, ¿puede oírme?" y toque a la persona (p. ej. agitar, infringir un leve dolor).

Si no se produce ninguna reacción y la persona apenas respira o incluso ha dejado de respirar:

2. Avisar

Llame inmediatamente al número de emergencias 112, válido en toda Europa.

No cuelgue hasta que el operador haya terminado de preguntarle.

3. Presionar

Comience a continuación inmediatamente con la reanimación, no pierda el tiempo.

Coloque las manos sobrepuestas, con las palmas hacia abajo, sobre el centro del torax de la persona afectada. La posición correcta se encuentra a la altura de los pezones. A ser posible, la parte superior del cuerpo debería estar despejada.

Presione muy fuertemente el tórax a un ritmo de 100 veces por minuto. A ser posible alcanzando una profundidad de 5 cm. Para no cansarse en exceso, mantenga los brazos estirados.

Continúe hasta que los servicios de emergencia le releven. Si hay varias personas presentes, éstas deberían alternarse en las tareas de reanimación, cada 3 minutos como máximo. No deben realizarse pausas.

¡Todos podemos salvar vidas!

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